Hoy en día, en un contexto donde la información está al alcance de manera amplia, fácil y en una gran diversidad de soportes, la competencia de gestión de la información en sentido extenso (búsqueda, tratamiento, elaboración y presentación) deviene fundamental, tanto en el mundo académico como en el profesional.
Otra de las características del contexto actual es que a menudo se requiere que esta información se gestione de manera colaborativa: personas que en lugares y en momentos diferentes colaboran elaborando uno o varios documentos. El trabajo en equipo asíncrono ya forma parte del día a día del mundo profesional.
Alexandre López da esta definición de trabajo colaborativo: «Es el producto obtenido a partir de la suma de pequeñas aportaciones que lo hacen cuantitativa y cualitativamente mejor que si hubiera sido hecho por separado, si es que por separado se hubiera podido llevar a cabo. Es evidente que trabajar de manera colaborativa implica unas perspectivas diferentes y unas prácticas que requieren una voluntad manifiesta de querer hacerlo».
Así pues, en este contexto hay que adquirir las competencias y las estrategias necesarias que nos permitan gestionar colaborativamente grandes cantidades de información.