2. Tratar y elaborar la información: y después de las búsquedas, ¿qué?

2.2. Validación y selección de la información

Establecer de forma clara los objetivos de la búsqueda es un paso imprescindible para poder discriminar la información que hemos obtenido.

Un segundo paso es establecer, en función de estos objetivos, criterios de validez y criterios de selección de la información.

  • Criterios de validez: son aquellos que sirven para diferenciar entre fuentes que se ajustan y fuentes que no se ajustan a los objetivos de la búsqueda. Por tanto, sirven para descartar fuentes de información que no son válidas.
  • Criterios de selección: son aquellos que permiten priorizar, de entre todas las fuentes que se ajustan a los objetivos de la búsqueda, aquellas más pertinentes. Por lo tanto, sirven para clasificar fuentes de información válidas.

La credibilidad del autor, la actualización del sitio web, la fiabilidad académica o la lengua son algunos criterios de selección o validez. Un mismo criterio puede ser de validez en un determinado proyecto y de selección en otro proyecto, atendiendo a los objetivos del proyecto, la tipología de documento, el género, la extensión o el tiempo del que disponemos.

Aplicar los criterios de validez y selección a las fuentes requiere, como mínimo, una primera aproximación o lectura rápida de la fuente.

En el recurso «Búsqueda y localización de la información por Internet» encontrará los criterios de selección más importantes a tener en cuenta a la hora de seleccionar la información encontrada.

Una vez que hayamos pasado los resultados de la búsqueda por la criba de los criterios de validez y selección, aún tendremos que determinar el número de fuentes con las que queremos o podemos trabajar. Hecho esto, ya estaremos en disposición de organizar la información.

Los factores que pueden determinar el número de fuentes que se deben usar son la naturaleza del proyecto, el objetivo, la extensión, el tiempo del que se dispone y, sobre todo, su grado de especialización. No es lo mismo un artículo de opinión que un proyecto universitario, ni un artículo especializado en una revista científica que una tesis. En este sentido, por ejemplo, un proyecto de divulgación requerirá menos fuentes que un proyecto de investigación.