5.3. Cómo adecuar el contenido a la situación y a la finalidad comunicativa
5.3.2. Situación comunicativa: el registro lingüístico
Los registros lingüísticos son las distintas variedades de la lengua que el hablante elige en función del uso que hace de ella en contextos o situaciones diferentes.
Los lenguajes científico, jurídico, técnico, literario o culto son registros formales. El lenguaje coloquial o el vulgar son registros informales. El lenguaje de los medios de comunicación o el de las instituciones educativas, con un grado de formalidad medio‐alto, se denomina registro estándar.
Los elementos enumerados a continuación determinan la situación comunicativa y, por lo tanto, condicionarán el registro lingüístico usado en la redacción:
El ámbito
El ámbito puede ser social o familiar.
El receptor
Hay que analizar quién es el receptor o la audiencia para adecuar la redacción y crear una sensación de empatía comunicativa.
Esto comporta reflexionar sobre qué conocimientos tiene sobre el tema escogido, cuáles son sus intereses, con qué objetivo leerá nuestro informe, etc. Según las respuestas obtenidas, habrá que decidir a continuación qué información se tendrá que explicar en detalle y qué otra habrá que dejar de lado.
El tema
Esencialmente, tendremos que ver si se trata de un tema general o especializado. Un mismo tema, como por ejemplo la novela trovadoresca o la implantación de las nuevas tecnologías en la educación, puede tener redacciones muy diferentes según el ámbito y el receptor (lectores de diario o especialistas en literatura).
El canal
Puede ser oral o escrito. El texto escrito es más elaborado que el oral, puesto que el redactor lo puede revisar y corregir antes de hacerlo público. Por definición, el texto escrito es asíncrono en tiempo y espacio: redactor y lector no comparten, por lo tanto, contexto ni pueden interactuar. Esto hace que tenga que ser claro y preciso. Tiene voluntad de permanencia en el tiempo.
La extensión
Se trata de un aspecto fundamental, puesto que condiciona la redacción. No es lo mismo redactar una pequeña nota de 400 palabras que un ensayo de 4.000. A menudo, y no siempre por razones de espacio, se tiene que trabajar con un número limitado de palabras. Esto obliga a un trabajo de síntesis que implica mucho más esfuerzo.
En el contexto universitario, en cuanto a la elaboración de proyectos, habitualmente hablaremos de:
- Ámbito: social.
- Receptor: estudiantes o professorado.
- Temática: especializada.
- Canal: escrito.
- Extensión: variable.
Por lo tanto, casi siempre usaremos un registro estándar o bien registros formales, como por ejemplo lenguajes científico, técnico o literario.