5. Redacción de la información. Cómo obtener un contenido adecuado y cohesionado

5.2. Qué proceso seguir

5.2.2. Redacción del borrador

Con las ideas fundamentales de cada apartado escritas y con la estructura ya definitiva, se empezará la redacción del borrador. Tampoco hay que empezar por el primer punto del índice y seguir un orden secuencial sino que, por ejemplo, se pueden abordar primero los apartados que estén más elaborados o aquellos en los que se tenga más seguridad.

La redacción del borrador del proyecto consiste en desarrollar y redactar las ideas descritas en cada apartado, teniendo en cuenta la adecuación a la finalidad y a la situación comunicativa y los aspectos de cohesión textual.

Solo si se tienen en cuenta los principios básicos a partir de este estadio del proyecto y no se espera a la revisión final se conseguirá una redacción lograda.

Una vez hecho este primer borrador, es conveniente efectuar una segunda revisión de la redacción, intentando ver los aciertos, pero sobre todo las carencias.

En esta segunda revisión del borrador habrá que volver a asegurar el orden y la alineación de las ideas con los objetivos del proyecto, pero además, habrá que dedicar especial atención a:

Coherencia

  • Ordenar y estructurar de forma clara y lógica la información y las ideas.
  • Incluir todas las ideas y la información que se quieren transmitir.
  • Respetar la extensión marcada o recomendada, si la hay.
  • Evitar información tangencial e innecesaria que distorsione el foco principal.
  • Desarrollar y explicar todos los conceptos.

Adecuación

  • Adaptar el léxico y el grado de formalidad a la situación y a la finalidad comunicativa.
  • Utilizar siempre el mismo registro lingüístico.
  • Evitar un estilo monótono.

Cohesión

  • Interrelacionar las frases de un mismo párrafo para que formen unidad temática.
  • Interrelacionar los párrafos de un mismo apartado con los conectores adecuados para que se sucedan con fluidez.

También en esta segunda revisión es conveniente contrastar nuestra revisión con la de otra persona. A menudo, las ideas que expresamos y el vínculo entre estas nos parecen muy claros, pero no necesariamente lo son tanto para los otros, que desconocen el recorrido de nuestros pensamientos.