2. Tratar y elaborar la información: y después de las búsquedas, ¿qué?

2.3. Organización de la información

Resulta muy práctico que las fuentes seleccionadas después del proceso de búsqueda de información estén convenientemente:

  1. Referenciadas, para recuperarlas cuando haga falta, hacer su análisis y poder citarlas durante la redacción. Se pueden utilizar marcadores sociales, gestores bibliográficos, las opciones de citas y bibliografía de los principales procesadores de textos o simplemente la opción Preferidos o Marcadores del propio navegador. Esta tarea se hace durante el proceso de búsqueda.
  2. Clasificadas, para poder contrastarlas y asegurarnos de que disponemos de toda la información que nos hace falta y que podremos acceder a ella fácilmente cuando sea necesario. No hay ninguna receta magistral que nos indique qué criterios usaremos para clasificar, sino que la propia naturaleza del proyecto y su objetivo nos lo indicarán. El contenido de las fuentes es esencial a la hora de clasificarlas, pero también se pueden establecer otras ordenaciones atendiendo a los objetivos del proyecto. Esta tarea se hace una vez finalizado el proceso de búsqueda, después de una primera lectura de las fuentes.

Antiguamente, la información se organizaba en fichas bibliográficas manuscritas o mecanografiadas. Hoy en día, esta función de organización la hacemos de manera muy eficiente usando los sistemas de gestión de referencias bibliográficas (SGRB).

La principal ventaja de los SGRB es que facilitan las tres tareas fundamentales del trabajo bibliográfico:

  • Recoger automáticamente las referencias y ordenarlas.
  • Hacer anotaciones y compartir las referencias.
  • Crear bibliografías e introducir citas en el texto automáticamente.

Hay varios SGRB al alcance, tanto de pago como gratuitos. Algunos de los más utilizados son ZoteroMendeley.

Los marcadores sociales se han convertido, especialmente a partir de 2005, en otra forma de buscar, organizar y compartir información. Se trata de un sistema menos estructurado y académico, pero también útil, de gestión, dada la avalancha de recursos que se publican en la red. Este sistema se denomina etiquetado social.

Algunos de los marcadores sociales más populares son Diigo y List.ly.